domingo, 5 de marzo de 2017

Logan. (James Mangold, 2017)

Hay una pregunta que nos hacemos muchas veces, sobre todo en el subgénero superheróico, que resulta retórica y absurda: ¿puede una película de superhéroes ser madura? O para más inri, la subyacente cuestión aún más ajustada: ¿puede ser seria? Son preguntas mal planteadas, no solo en este tipo de películas, sino en cualquier tipo de género y trama, ya que significan limitar el coto de exploración que una ficción y sus numerosas posibilidades pueda tener. La respuesta a cualquier planteamiento que interrogue acerca de si se puede hacer X dentro del terreno Y siempre es SÍ. Lo único que se necesita es una producción y un equipo de gente que tenga esa voluntad.

Y después de esta reflexión, voy al grano. 'Logan' es la mejor película de 'X-Men', y una de las mejores del sello Marvel, que se ha hecho hasta la fecha. Pero no por su madurez, por su violencia sin filtro o por su tono crepuscular y de autodiagnóstico. Lo es porque ha hecho algo que ya hizo Nolan con 'The Dark Knight': salir de la zona de confort del género, tratar sus personajes como personas reales sacándoles de la burbuja en la que suelen estar inmersos este tipo de roles sin olvidar su origen, da más importancia y cercanía al drama de los protagonistas y la relación entre ellos que a la subtrama gubernamental de conspiración secreta que está creando mutantes para fines militares, hay un director detrás de la cámara al que se le deja hacer, y se empapa de cualidades más propias del western o de las road movies. Y de aquí llegamos a un tipo de preguntas más interesantes y cuya respuesta, como he dicho, siempre será SÍ: ¿se puede hacer una película de superhéroes que renuncie a los códigos propios del subgénero y que utilice elementos de diferentes géneros, ya sea del western, del thriller, de los dramas políticos, de la comedia absurda, o, yo que sé, de temáticas como el miedo a la vejez o a la soledad? SÍ, SE PUEDE. Y 'Logan' es tan buena precisamente por ser consciente de esas posibilidades, como ya en su momento lo hicieron la saga de Nolan de Batman, o 'Capitán America: el Soldado de Invierno', o 'Deadpool'. Por así decirlo, esta última película de Wolverine reafirma lo que parece ser el nuevo y necesario paso a seguir, que es dejar atrás definitivamente la acepción de que las películas de cómics tienen como destino particular un público juvenil, para acercarlas al público adulto capaz de empatizar con temas más arriesgados que no necesitan censura comercial.


Y refiriéndonos al propio personaje, ¿qué tenemos? Un Logan perdedor, torturado y cansado, consciente de su ocaso. La película acierta al no cederle todo el peso narrativo al protagonista, y juntarle con un par de personajes cuya importancia es tan elevada como la de él. Con Charles Xavier y Laura conforma una familia disfuncional pero de inevitable necesidad mutua, la química entre los tres y cómo se van alternando la responsabilidad de conducir las escenas es mágica, abriendo veda a asuntos paternofiliales y caritativos con cierto tono nostálgico apoyado en reflexiones existencialistas como la propia identidad, el maltrato al que te pueda someter la vida, el legado que uno deja en el mundo y lo que ese poso pueda inspirar a las futuras generaciones. Todo esto sin olvidar que en 'Logan' tenemos una acción tremenda y salvaje, buena dosis de adrenalina, puntos cómicos muy acertados, y entretenimiento de sobra para agotar el cubo de palomitas sin darnos cuenta de ello (o bueno, de una pinta de cerveza como hice yo. No viene al caso, pero la vi en un cine de Londres que ojalá imitáramos en España, y cuya experiencia es más inmersiva y cómoda incluso que en las mejores salas que conozco de aquí).


Satisfactoria y disfrutable, una puesta en escena que puede recordar a maestros como Peckinpah o clásicos modernos como 'Hijo de los hombres', arisca y sentimental, pero divertida y con momentos cachondos, violenta, sangrienta. La implicación de todo el equipo para lograr una oclusión digna del personaje, mucho más cercano al inestable e impredecible del de las viñetas que al que se ha pretendido en la gran pantalla, resulta elemental y determinante. Una película de superhéroe que hace que te olvides que estás en una peli de superhéroes, o sea, un logro. Sin haber visto sus predecesoras (ya lo haré algún día) puedo osar a deciros que podéis olvidarlas, porque la película de Wolverine que el mundo necesita es 'Logan'.

9/10


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