domingo, 5 de marzo de 2017

The Rocky Horror Picture Show. (Jim Sharman, 1975)

Me cuesta mucho ponerme a escribir sobre algo que creo no haber entendido del todo. O que sí lo he entendido, pero intento buscarle otro giro de tuerca. O que quizá lo que ocurre es que no hay nada que entender. Y para colmo no tengo claro si me ha gustado, si me ha horrorizado, si es una genialidad, o si es una soberana gilipollez. 

A ver, os lo explico con las palabras de una amiga que es fan a la que tuve que acudir para ver si me dejaba claro de qué iba todo: "unos extraterrestres están en la Tierra mientras que el que se supone que es su líder se dedica a crearse un dildo gigante en lugar de estar a lo que tiene que estar. Entonces llegan Susan sarandon y su boyfriend y los desvirga. Tim Curry mola. No hay mucho más que explicar: son transexuales transilvanos extraterrestres." 

Pues mira, algo claro me queda. 'The Rocky Horror Picture Show' es rara de cojones. Pero es super atrevida, su mejor calificativo es que insulta al buen gusto e incluso lo cuestiona como estandarte de la cultura occidental, y es escandalosa como pocas cosas que se puedan ver de una época en la que la homosexualidad, la transexualidad y todo lo que tuviera que ver con el mundo queer estaba estigmatizado y asociado al VIH, al vicio, a la irresponsabilidad y a la marginalidad (¿no lo sigue estando cuarenta años después?). Es una obra que no se arruga frente a la normatividad, no intenta insertar el mundo de lo trans en reglas y estructuras heteronormativas y cómodas, sino que va con toda su festividad, locura, promiscuidad y provocación hasta el límite. Es consciente del mundo en el que vivimos, en el que para formar parte de él hay que aceptar unas normas que no son las normas de las minorías. Así que da un buen grito, "¡y una mierda!", y se sale con la suya de mostrarse al espectador tal como es, con su propia naturaleza y con un descaro y desvergüenza que a quien no le guste, que mire a otro lado. 


Luego ya está el dilema de que te guste o no la propuesta, de que pueda ser excesiva para muchos, de que no logres entender todo lo que estás viendo (ya he dicho que a mí me ha pasado). Pero coño, al César lo que es del César. La película bien merece ser de culto por hacer lo que le da la gana. Una obra tonta y libre, muy gilipollas pero muy divertida. Freddie Mercury también era todo eso, y muy sordo y ciego hay que estar para negar su genialidad. Y yo que sé. No es una película que esté dispuesto a repetir en cualquier circunstancia. Pero coño, se queda en la retina.

7/10


2 comentarios:

  1. Buena entrada!! Te pasó exactamente lo mismo que me pasó a mi cuando la vi, que tuve sentimientos encontrados, pero me produjo un claro subidón, y pensé que, al fin y al cabo, aquello no podía ser otra cosa que una genialidad.
    Hace unos meses escribí en mi blog una reseña sobre The Rocky Horror Picture Show; no sé si de podría llamar reseña, digamos que analicé un poco el mensaje que me parecía más relevante.
    Un saludo muy grande!!
    Me gusta mucho el blog :)

    Aquí el enlace: http://lachicadelahoradelte.blogspot.com.es/2016/12/lo-que-frank-n-furter-me-enseno-sobre.html

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