Tras dos entregas formidables de esta segunda trilogía mutante, la cual cumple el doble papel de continuación de la anterior y de reboot inteligente, 'Apocalipsis' tenía el reto de mantener ese nivel impuesto desde 'Primera generación'. Y me congratulo de no percibir síntomas de agotamiento, pese a sus deslices, y de completar el círculo renovador que se inició en aquella película de Matthew Vaughn.
Esta tercera (o sexta) parte de la saga introduce con frescura nuevo elenco de mutantes clásicos, algunos de ellos con más chispa que sus anteriores versiones, como Cíclope, un personaje que por fin tiene el peso que le corresponde y suficiente carácter para que su papel en la trama no dependa de otros personajes, o Jean Grey, perfecta Sophie "Sansa" Turner en un rol que equilibra y da nueva entidad al de Charles Xavier (James McAvoy disfruta mucho de este personaje). El resto de la nueva pandilla conforma un equipo no solo simpático, también se gestiona impecablemente el efecto "team battle", y ninguno de ellos está introducido con pretextos de crear masa de personajes. Es un buen mérito de la saga que se ha cumplido desde 'Primera generación': saber manejar a los personajes protagonistas dotándoles de su importancia concreta en la trama, no solo de colocarles en ella para tapar huecos.
Por el lado menos bueno, el villano cumple sin más. No me molesta en absoluto que su historia original de las viñetas se haya ido de paseo, pero me hubiera gustado que su condición de "deidad" se hubiera trabajado mejor, y que no se limitara a ir agrupando a sus "jinetes" a lo largo del mundo para realizar su acción devastadora. Este 'Apocalipsis' ha salido un poco como 'Ultrón', demasiado intenso para tan poca profundidad. Y tenemos al Magneto menos magnético (ojito al juego de palabras, que me lo he currado yo solito) de toda la franquicia. Y eso que su comienzo es bastante bruto, intentando integrarse en la sociedad humana con su familia y el momento en que decide volver a rebelarse. Pero a partir de ese punto, queda reducido a ser un vengador plañidero, quedando deslucido por el villano principal y por el resto del elenco, bastante más interesante que él. A Michael Fassbender le deben ofrecer más chicha en el futuro. Del reparto habitual, Jennifer Lawrence y Nicholas Hoult tienen puesto el piloto automático y siguen cumpliendo de manera competente con sus respectivos roles de Mística y Bestia, y Quicksilver repite escena de gloria, como en 'Días del futuro pasado', pero esta vez se incorpora a la sinopsis principal de manera agradable, dejando la semillita para una posible futura subtrama.
Quizá su espectacularidad a gran escala pierda fuelle respecto a los acontecimientos de las anteriores entregas, pero eso no significa que el resultado siga siendo disfrutable. No tiene el tono de importancia y urgencia de aquellas, cuando la amenaza de esta entrega es supuestamente mayor, pero sus aciertos y puntos a favor le conceden una salud firme. Bryan Singer se quita de paso la espinita de X-Men 3.
7,25/10
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