jueves, 2 de noviembre de 2017

Insidious. (James Wan, 2010)

Este mes he tenido el cerebro un poco apagado y me apetecía mucho películas que se ven por inercia. Y poniendo Halloween como excusa, pues he estado viendo bastante cine de terror, por lo que tengo dónde contrastar.

De James Wan me molaron muchísimo las dos pelis de 'Expediente Warren', que suponen un nuevo ciclo del género, en cierto modo le dan cobertura y escudo frente a la masificación de películas de miedo malas y de gangrena fácil y falsa. Además, el miedo envejece bastante mal, porque es uno de los estados humanos que evolucionan más rápido ya que cada generación, y dentro de cada generación cada individuo, tiene sus propio miedos. 'Insidious' presenta el patrón atmosférico de esas dos, y el nivel de producción posee una calidad similar. Y ahora llegan los grandes peros: la historia y los personajes. Si bien el giro de guion y el misterio que se esconde detrás de lo paranormal son interesantes, no se da suficiente peso a los traumas de los personajes, y estos quedan desinflados ante los demonios que puedan acecharles. Considero muy importante en el género tener unos protagonistas a los que quiera ver sobrevivir (excepto en el subgénero slasher, que cuantas más muertes mejor me parece), y aquí no se da el caso. El padre interpretado por Patrick Wilson se me antoja demasiado flojo comparado con su posterior Ed Warren, y no hace más que recordarme su buen hacer en ese rol. Por lo que no llego a empatizar bien con él en esta. Ni con él ni con el resto, vamos.


Admito que soy muy, y cuando digo muy me refiero a MUY, susceptible, por lo que cualquier peli con sustos me va a hacer pasar un mal rato. Y esta no es la excepción. Ahora bien, valoro estas películas por el reposo posterior. Y qué queréis que os diga, cuando tras el telón aparecen los espíritus, estos no resultan demasiado atormentadores ni pesadillescos. Cuando aún no se le ha dado al espectador la oportunidad de verles y les mantiene en el anonimato, la película aún respira algo de tensión. Tras eso, todo resulta ser un carnaval de parque temático más que una narración de miedo. Alguna vez me molaría que películas similares no llegasen a mostrar a las presencias que copan el antagonismo, y que se mantuvieran en secreto, que solo pudiéramos acceder a ellas por las insinuaciones y sugestiones del relato.


Es una propuesta interesante pero que en su primera mitad promete mucho más de lo que ofrece en la segunda. La sugestión y delicadeza de sus primeros compases se convierten en trazo grueso y prisas hacia el final. Al menos sirve como campo de pruebas para las Expedientes Warren, y quien se conforme con poco sabrá sacarle más jugo del que yo he sacado. 

5,5/10


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