miércoles, 20 de septiembre de 2017

It. (Andrés Muschietti, 2017)

Nunca terminé de ver la TV Movie protagonizada por Tim Curry, por lo cual, en el terreno audiovisual no tengo referencias previas de este remake. Sí las tengo de la referencia original, la novela de Stephen King, uno de sus libros que más atrapado me tuvo entre sus páginas. Esta versión actualizada (los acontecimientos del libro ocurren en la década de los 50, en la película a finales de los 80, y supongo que el éxito de 'Stranger Things' tendrá algo que ver en ello) se acerca tanto que casi quema a lo que yo tenía en mente de esta historia, por lo que mi parte fanboy ha quedado satisfecha. Porque precisamente es una adaptación, con sus inventos, sus cambios y alteraciones, y no una reproducción exacta de la novela. Cada medio funciona de distinta manera.

Y a mi parte crítica también le ha complacido. 'It' sabe combinar la historia de madurez forzada que viven sus protagonistas adolescentes con el terror más primario y básico, el del miedo puro, el de la incomodidad e incertidumbre, el que tememos desde niños, algo así como el constante acecho del hombre del saco, que no es otra cosa que un ente folclórico heterogéneo y abstracto del cual cada uno echaba a su imaginación para conformarlo con sus peores traumas. Ambas, la narración del paso de la infancia a la edad adulta y la del monstruo comeniños, crecen conjuntamente sabiendo hacer palanca la una sobre la otra. Para regodeo mío, y de muchos espectadores seguramente, la película no se corta un pelo a la hora de volverse sangrienta y visceral. Aparte de dar buenos sustos recurriendo sin complicaciones a sistemas del género de toda la vida (cosa que hace muy bien), y añadiendo tensión y pulso que nada tiene que ver con sustos, deja ver sin apartar la cámara o sin elipsis el festín carnívoro en que Pennywise convierte a cada una de sus víctimas. Otra cosa que los guionistas han entendido muy bien es que el payaso actúa como un asesino en serie, por lo que la narración atiende al crecimiento de la investigación de los chavales sobre qué es Eso en ese sentido.


Otra cosa que entiende y a la que atiende perfectamente la película es que los niños prefieren enfrentarse al monstruo que les acecha que enfrentarse a lo que ya tienen en sus casas. El mundo adulto es un monstruo ya de por sí al que llevan enfrentándose toda su vida. Las preocupaciones del clan de los perdedores están enfocadas en la indiferencia o en el peligro que sus propios progenitores representan para ellos, desde padres sobreprotectores hasta padres abusadores, y al bullying que sufren por parte de los abusones de la escuela. Desde luego, Pennywise es solo un monstruo más al que deben enfrentarse, pero esta vez es un villano contra el que pueden luchar juntos. Mientras que la pelea diaria a la que deben hacer frente en sus propias casas individualmente les supera, la tropa se vuelve poderosa y carismática en la contienda contra el payaso. 


Visualmente es elegante y emocionante, con sencillez casi conservadora sabe crear un mundo hostil, fangoso y hermético, y a la vez bello y con cierta luz esperanzadora. Por tópico que suene, es una película con alma, conmueve, y los protagonistas te roban el corazón. Sabe conducir a cada personaje para que sientas su rabia, o su impotencia, o sus ganas de huir. Una adaptación que sabe tomar lo cotidiano y lo pervierte, sabe crear una atmósfera terrorífica a plena luz del día, y con ello construye la angustia del relato. 

7,5/10


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