lunes, 15 de febrero de 2016

Spotlight. (Thomas McCarthy, 2015)

Spotlight me resulta una película importante tanto por lo que cuenta como por cómo lo hace. Demuestra que se puede hacer gran cine recurriendo únicamente a una gran historia, a un guion sólido, claro y contundente, porque el cine básicamente es eso. Todo lo demás son artificios que pueden o no mejorar la experiencia. Porque lo más primario y necesario, lo que en ninguna película que pretenda tener cierto interés puede tambalear es el puñetero guion. Y 'Spotlight' es puro nervio, es un esfuerzo por contar de forma atractiva y sin disfraces visuales un entusiasmado trabajo periodístico sobre un tema aterrador como lo es el encubrimiento de la pederastia dentro de la iglesia católica. Y valiéndose solamente del libreto y de los intérpretes se convierte en un logro narrativo.

Es una película que no pretende demostrar nada a nadie, ni siquiera a sus propios creadores. Aquí no hay un director intentando sacarse la polla con la técnica, ni un ejercicio de montaje habilidoso, ni atractivos alardes de movimientos de cámara, ni lujos visuales. No encontramos nada que empañe su principal apuesta, nada más que guion y personajes. Y ya está, con eso le basta, igual que le bastó a Howard Hawks para regalarnos su 'Luna nueva'.


Los personajes principales forman un equipo que es en sí mismo el personaje principal. Apenas se indaga individualmente en cada uno de ellos, aunque todos tengan su momento y pese al compromiso de los actores. Pero ninguno de ellos se alza con el protagonismo central de la trama, sino que es el conjunto que forma el equipo de redacción llamado Spotlight la verdadera estrella de la función, siendo cada uno de sus integrantes las extremidades, las articulaciones y los sentidos. Ningún personaje tiene un crecimiento notable dentro de la historia, porque lo que va creciendo es la investigación en la que indagan. Lo cual también resulta importante para el cine contemporáneo: no todos los personajes tienen que ser personas o seres tangibles. Un escenario, un enigma, una sociedad, o una investigación puede ser un personaje tan o más importante que quienes median las conversaciones y las acciones de la historia. 


En 'Spotlight' hay elegancia y hay pasión, nos recuerda la importancia de la ética profesional, transmite un mensaje revelador en el que en ningún momento deja de creer, acierta en dotar más peso a la investigación periodística que a la pederastia que está investigando porque no necesita añadir un morbo que retuerza la trama, y ni siquiera necesita ese giro de guion cliché del que se proveen muchas de las historias detectivescas en las que las indagaciones de sus protagonistas se ven amenazadas por fuerzas antagonistas (el momento 11-S no puede considerarse más que una pausa en el camino). Cine con control, decente, que reta al cine moderno con maneras más propias de otros tiempos, y ante todo valiente al no dudar en señalar con su denuncia

8,25/10


4 comentarios:

  1. Me ha encantado tu crítica! A mí me gustó la frialdad que muestra (casi siempre) la peli, aunque creo que al final le falta un poquito de "punch".
    Saludos!

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    1. Yo creo que el final es acertado. Como bien dices, la película tiene frialdad, y el final es tal cual. No es un final de victoria, porque el sistema al que ataca Spotlight es señalado, pero no derrotado. Eso lo deja en manos del público.

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  2. Buen trabajo sobre el trabajo narrativo del filme, genial la referencia a Hawks, yo también creo que es una película muy clásica, en su concepción. Pero creo que es más pesimista que optimista, hay una última reflexión sobre la culpabilidad de la sociedad en el silencio que creo que debería hacernos pensar, la pederastia, la corrupción....

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    1. Desde luego, parte de lo que denuncia la película es el silencio que se genera alrededor de todo el asunto. Bien visto.

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