viernes, 4 de marzo de 2016

El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo. (Peter Jackson, 2001)

Si bien la trilogía va en crescendo, guardo especial cariño a esta primera parte. La primera razón para ello es ser el más fiel acercamiento a la Tierra Media y al libro. Desde el primer momento, con ese portentoso prólogo narrado por Galadriel (uno de los mejores inicios de cualquier película), es consciente de ser una biblia del género fantástico, y no escatima en generosidad a la hora de embaucar al espectador, al que no sólo muestra, sino que invita a entrar en su mundo. Y no es solo gracias a una ambiciosa producción, sino a lo bien aprovechados que están todos sus recursos. Porque mirad, si hay algo que no le perdono a una película fantástica es a enseñarte un mundo nuevo para luego quedarse en la superficie. Las 3 horas de viaje de "La Comunidad del Anillo" se convierten en un referente de cómo explorar toda la mitología creada para una ficción sin descuidar la evolución de la aventura en la que se sumergen sus personajes.

Y parece mentira que tenga ya 15 años, no haya envejecido un ápice y se siga comiendo a cualquier película del género. Porque se toma el tiempo que se tiene que tomar, haciendo parada en los parajes necesarios y logrando fluidez al obviar los prescindibles (un minuto de silencio por Tom Bombadil). Las secuelas son más épicas, tienen más batallas, tienen más caramelitos para que a cualquier tipo de espectador no se le adormezca la atención. Pero ésta posee más magia, más sutilezas, asombra más. En contadas ocasiones 180 minutos de metraje son tan necesarios, puesto que la Tierra Media no se puede visitar de pasada


Incluso un Frodo Bolsón, interpretado por Elijah Wood, demasiado dócil para mi gusto, encaja bien en el rol de sufrido portador del Anillo y termina resultando entrañable. El resto de personajes son clavados a como me los imaginaba cuando leí el libro por primera vez a los 10 años, que si bien mi favorito de siempre es Trancos (siempre le preferí más como montaraz que como rey Aragorn), los que más se lucen son los dos magos, Gandalf y Saruman. No menos es su ambientación y la impronta costumbrista de la que está dotada, y repara en que cada uno de los escenarios de la propia Tierra Media son un personaje más, en ocasiones tan o más importantes que quienes realizan acciones o toman palabra. 


No os podéis imaginar cómo me puse al enterarme de que se iba a adaptar a la gran pantalla 3 años después de leer el libro, y de lo bien que me lo pasé viéndola. Satisfactoria división también de la película, recreando una progresiva y adrenalínica primera mitad caracterizada por la infatigable persecución de los Nâzgul, y una segunda mitad con más pausas pero más tensión al desenmascarars un nuevo y feroz ejército enemigo Uruk-Hai. Pocas veces he disfrutado tanto en una sala de cine, destacando la maravillosa, tremenda y fascinante secuencia de las Minas de Moria, quizá mi pasaje favorito por cómo se desarrolla y por lo que supone para la Comunidad y su futuro.


Una superproducción que si bien estremece por su espectacularidad, es en los pequeños detalles en los que más afina. La descripción milimétrica de cada una de las culturas gracias al asombroso trabajo de los departamentos artísticos y técnicos, la impresionante banda sonora de Howard Shore, los bellísimos paisajes de Nueva Zelanda, las caracterizaciones, la labor de algo que pasa tan desapercibido pero tan necesario como es la figuración. La proeza técnica va más allá de sus efectos especiales, utilizando recursos como la perspectiva y efectos ópticos para colocar a los personajes en sus respectivas estaturas unos junto a otros y dentro del marco que les rodea. Todo está dotado de mimo y esmero. Difícilmente el universo de Tolkien podría estar tan bien recreado como lo hizo Peter Jackson.

9/10


5 comentarios:

  1. "¡Yo lo llevaré! ¡Yo llevaré el Anillo a Mordor!".

    La cara que pone Gandalf. Ese momento, justo ese, es lo que parece inalcanzable para cualquier otro blockbuster ¿en toda la historia del cine?

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    1. Es un logro interpretativo los momentos en que Gandalf se resigna a aceptar lo que lleva décadas tratando de evitar, que es precisamente acercar el mal a ese remanso de paz que es la Comarca.

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  2. ¿Hans Zimmer y su banda sonora? ¿donde?
    Epic fail. Howard Shore señor Aitor Maiden, Howard Shore. Infórmese.

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  3. ¿Hans Zimmer y su banda sonora? ¿donde?
    Epic fail. Howard Shore señor Aitor Maiden, Howard Shore. Infórmese.

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