viernes, 25 de marzo de 2016

Batman VS Superman: el Amanecer de la Justicia. (Zack Snyder, 2016)

Personalmente, la película me ha dado todo lo que esperaba de ella. Es un puñetero cómic en movimiento, algo que Snyder tiene bastante controlado a estas alturas, dejando su propia impronta que ya fascinaba en '300' y 'Watchmen'. Tiene varias de las secuencias de acción más espectaculares que se recuerdan del subgénero, y tiene fe en un diseño de producción impactante, agresivo y espectacular, aparte de ser una de las propuestas más valientes en el mundo de los superhéroes. 

Ahora bien, soy realista. Pese a que la película tiene momentos sobresalientes que por sí solos son joyitas, también contiene varios detalles poco pulidos que la alejan de ese plus que separa a una buena película de una película notable. Hay cierta fagocitación de tramas que se apresura en darles resolución en momentos claves. La batalla que anuncia su título está bien preparada ya desde el inicio, propiciada por un Batman que me ha gustado más de lo que vaticinaba, el más parecido en la gran pantalla al que dibujaba Frank Miller, cuyo odio se asemeja a la xenofobia, una rabia contenida durante años de frustraciones y duelos que acaba explotando contra Superman, a quien ni siquiera trata de comprender. Y ese es el principal detalle que echa para atrás al resto: el final acercamiento de Batman a Superman se produce en un momento que pasa de una catarsis muy lograda a la frialdad plena a través de una torpe elipsis y un Deus Ex Machina propiciado por una irrupción de Lois Lane que no terminan por convencerme de tan apresurado cambio de postura. Ese maldito minuto de metraje mal anclado en la película le resta puntos. Porque todo lo que hubo antes y todo lo que viene después es una sobredosis de espectáculo y adrenalina.


Otro problema es tener personajes con los que no sabe muy bien qué hacer. Especialmente Lois Lane, quien me gustó más en 'El hombre de acero', y que ahora apenas tiene uso como excusa emocional de Superman, quien sigue pareciéndome la mejor representación que ha habido del personaje. En esta secuela, tiene la oportunidad de redimir sus fallos como héroe principiante que tuvo en la primera, de explicarse como un hombre que quiere ayudar, pero que los acontecimientos pueden superarle, haciendo que los daños colaterales de sus esfuerzos causen víctimas. 


Eso sí, la película ofrece tres recompensas que me han hecho babear. La primera: Lex Luthor. Lo diré sin tapujos: un hijo de puta con ansias de poder, y que al igual que los villanos de la predecesora, lleva a cabo su plan sin andarse con rodeos. Me gusta que en este punto las películas como ésta no se queden a medias tintas, que era el problema que le vi a "La Era de Ultron". Si un villano amenaza con caos y destrucción, eso es lo que espero ver. El segundo regalito: el enemigo final que no desvelaré por si alguno aún ignora su presencia (menudo error haberle anunciado en el tráiler, un destripe innecesario). Y el tercer caramelo y el más apetecible: Wonder Woman. Es lo mejor que deja la película: bien introducida y presentada, con una actitud demoledora, y que en sus pocos minutos se come al resto de personajes. La puta ama.


Seguramente se podría haber aprovechado mejor tanto metraje para definitivamente no contar tanto como parece, pero desde luego es una gozada de blockbuster. Exagerado, pero no ruidoso. Quizá haber introducido este Batman en una película propia anterior hubiese apagado los fuegos que tiene ésta (una ventaja que, por ejemplo, ya tenía la primera de 'Los Vengadores'). Lo mejor es que deja con ganas de más y que trabaja bien en planificar el futuro de la franquicia. Con un poco más de calma, las secuelas podrían perfectamente aunar la espectacularidad y diversión de ésta con un guión más sólido. Me entusiasma ver por dónde van los tiros.

7,75/10



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